Para no despegarnos tanto de los aludidos diseñadores seguimos por el mismo lado.
El vestido-serie navideña.
En esas oscuras noches de la madrugada pastusa, una luz en el camino aparece recordándole que usted en ese momento ya no tiene nada en el bolsillo. Si quería comprar algo, no es el momento.
Nada mejor para antojarse que un vestido con luz propia, o al menos una conexión propia a la electricidad que alimenta a sus pequeñas lucecillas. Qué mas podría pedir usted camino a casa y con su ilusión oculta detrás de una vitrina.
Y al parecer el tan aclamado y fugaz sentido común y NO otro sentido fue el que dijo que un vestido con una serie navideña en su interior quedaría perfecto en exhibición nocturna y a la vez (dos pájaros de un solo tiro) le recordaría a las personas la proximidad de las fiestas decembrinas. Si no se lo pone que le sirva de árbol de navidad.
La ejecución brillante de una idea. (seguro)
El razonamiento de la Alta Costura aún no ha sido comprendido por este ignorante y nada cosmopolita blog.
Fotografía: Cll 19 Cr 29. Pasto, Colombia. Noviembre de 2011.
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